Encuadre
El encuadre es el resultado de la acción de colocar la cámara en la posición precisa, según una perspectiva y una composición concretas, para seleccionar de todo el escenario la parte que va a aparecer en la pantalla (campo). Por lo tanto, el encuadre determina qué vamos a ver y qué no. Cómo van a estar organizados los elementos, es decir, bajo que composición.
De esta manera, el encuadre nos permite dejar elementos fuera del cuadro, mostrar solo un detalle significativo que nosotros queremos, componer el contenido para que genere la sensación que deseemos y jugar con la profundidad de campo.
La composición
La composición nos permite organizar los elementos en el interior del encuadre para que el espectador distinga con claridad lo que es importante a efectos comunicativos. Estructura jerárquicamente los puntos de interés de la imagen. Gracias a ella destacamos los elementos que deseamos. Si la composición que utilizamos no es correcto, el espectador no va a ser capaz de concentrar su interés en nada en concreto.
Lo principal es que la imagen se vea con claridad, que el punto de interés se detecte con nitidez. El punto de interés es la zona de la imagen que contiene en esencia su principal significado y la composición ha de ponerse a su servicio. La composición debe llevar urgentemente al espectador a encontrar el centro de interés y a establecer líneas o recorridos visuales que el ojo debe seguir para leer dicha imagen. Para ellos hay una serie de leyes que el fotógrafo sigue.
La regla de los tres tercios
La regla de los tres tercios deriva de la proporción Áurea. Consiste en que la pantalla se divide en tres partes iguales en el sentido horizontal y en el vertical. Las líneas divisorias se cruzan en cuatro puntos que se conocen como puntos fuertes. Estos son los puntos donde mejor resalta el punto de interés. La mirada, inconscientemente, va siempre primero ahí.
Como podeis ver en la imagen, los sujetos más importantes de la imagen se encuentran en los cuatro puntos fuertes del medios, marcados en blanco.
Ley de horizonte
A la hora de fotografiar una línea de horizonte, esta la situamos en la zona central del encuadre. En caso de que queramos resaltar la tierra, situamos la línea del horizonte en el tercio superior. Si queremos resaltar el cielo, en el tercio inferior.
Esta composición se traslada a la fotografía de cualquier cosa. En la zona superior del encuadre se encuentras las ideas de poder, aspiración y autoridad. Nos trasmite cierta grandeza. Aquello que aparece en la zona inferior del encuadre genera al espectador sensación de debilidad, vulnerabilidad y sometimiento.
El aire
Esto nos lleva a hablar del aire. El aire es la expresión que se utiliza para denominar al espacio más o menos vacío que se deja entre los sujetos principales que aparecen en una imagen y los límites del encuadre. En los primeros planos se deja algo de aire por encima de las cabezas, para no cortarlas. en planos más generales, en conveniente dejar aire en el lado donde están mirando los personajes.